Según lo prometido, ahora vamos a discutir lo que las normas internacionales recomiendan cuando se trata de retrasos concurrentes.
Ya sabemos que los retrasos concurrentes, o simultáneos, ocurren cuando dos o más retrasos ocurren al mismo tiempo, lo que genera un impacto compuesto en el cronograma del proyecto. El caso realmente interesante es cuando algunos retrasos son responsabilidad del contratista, mientras que otros son del propietario. Los retrasos simultáneos se refieren a situaciones en las que múltiples factores contribuyen a un retraso en el proyecto, por lo que es difícil asignar la responsabilidad del retraso general.
“Ambas partes necesitan que el proyecto se complete. Como resultado natural, el propietario y el contratista son realmente socios."
Cuando algo así sucede, necesitamos explorar lo que las normas internacionales recomiendan para lograr una solución razonable, es decir, una solución capaz de ser aceptada por ambas partes.
Al final del día, ambas partes necesitan que el proyecto se complete. El propietario necesita un proyecto productivo que genere ingresos lo antes posible, mientras que el contratista necesita que se le pague por un proyecto completado con éxito. Como resultado natural, propietario y contratista son realmente socios, en lugar de oponentes en una pelea.
Las normas internacionales más importantes que abordan los retrasos concurrentes son la Association for the Advancement of Cost Engineering (AACE), la American Society of Civil Engineers (ASCE) y la Society of Construction Law (SCL).
- Association for the Advancement of Cost Engineering
La AACE adopta una posición de reconocimiento y gestión adecuada en relación con los retrasos concurrentes en los proyectos de construcción y reconoce que los retrasos simultáneos pueden plantear problemas importantes para todas las partes implicadas en un proyecto de construcción. Si bien no existe una definición única y universalmente aceptada de las demoras concurrentes, la AACE aboga por una clara comprensión de este concepto y la aplicación de prácticas de gestión de proyectos que aborden adecuadamente estas situaciones.
La AACE hace hincapié en la importancia de identificar y documentar adecuadamente las demoras concurrentes a lo largo del proyecto. Esto implica recopilar datos y registros precisos, incluyendo las fechas de inicio y finalización de cada actividad, los recursos asignados y cualquier evento externo que pueda haber afectado el progreso del proyecto. Esta documentación precisa es crucial para establecer una base sólida cuando se trata de retrasos simultáneos.
Además, la AACE destaca la importancia de la transparencia y la comunicación efectiva entre todas las partes implicadas en un proyecto de construcción. Es esencial que los propietarios, contratistas y subcontratistas colaboren y compartan información de manera oportuna y precisa para resolver los retrasos concurrentes de manera justa y equitativa.
En cuanto a la solución de controversias, la AACE sugiere el uso de métodos alternativos como la mediación o la negociación antes de recurrir a procesos jurídicos costosos y prolongados. Estos enfoques alternativos pueden ayudar a las partes a llegar a acuerdos mutuamente satisfactorios y evitar la escalada de los conflictos.
En resumen, la posición de la AACE con respecto a las demoras concurrentes destaca la importancia de la documentación precisa, la transparencia y la comunicación efectiva en la gestión de proyectos de construcción. Promueve un enfoque de colaboración y la adopción de métodos alternativos de solución de controversias para abordar y resolver las demoras concurrentes de manera justa y eficiente. Al seguir estas directrices, se espera que los proyectos de construcción minimicen el impacto de los retrasos y logren resultados satisfactorios.
- American Society of Civil Engineers
La ASCE destaca la importancia de una gestión proactiva y una comunicación eficaz para abordar y mitigar los efectos de las demoras simultáneas.
En primer lugar, la ASCE recomienda implementar un sólido sistema de gestión de proyectos que incluya una programación y documentación precisas. Esto implica desarrollar un cronograma detallado del proyecto que identifique las actividades críticas y sus dependencias. Al mantener un cronograma actualizado y registrar cualquier cambio o interrupción, es más fácil identificar y analizar los retrasos simultáneos.
La ASCE también destaca la importancia de la comunicación proactiva y la colaboración entre todas las partes interesadas del proyecto. La comunicación oportuna y transparente puede ayudar a identificar posibles retrasos y permitir a las partes explorar colectivamente las medidas de mitigación. Se deben establecer reuniones periódicas del proyecto, informes de progreso y líneas claras de comunicación para fomentar un ambiente de colaboración.
En caso de retrasos concurrentes, la ASCE sugiere que se utilice un mecanismo de solución de controversias para evaluar los efectos de cada factor de demora y determinar sus respectivas responsabilidades. Esto puede implicar la contratación de expertos independientes o una junta de solución de controversias para evaluar los reclamos por demora objetivamente. La ASCE alienta a las partes a considerar métodos alternativos de solución de controversias, como la mediación o el arbitraje, para lograr una solución justa y oportuna.
Para minimizar el impacto de los retrasos simultáneos, la ASCE recomienda la implementación de técnicas de análisis de retrasos simultáneos. Estos métodos implican evaluar la trayectoria crítica del proyecto y analizar los efectos de los diferentes retrasos en el cronograma del proyecto. Al cuantificar los efectos de los retrasos concurrentes, los interesados en el proyecto (stakeholders) pueden comprender mejor su impacto en el cronograma general e identificar posibles estrategias de mitigación.
Es importante que los participantes del proyecto documenten todos los eventos de demora y mantengan registros precisos a lo largo del proyecto. Esto incluye registrar las fechas, causas e impactos de los retrasos, así como cualquier acción de mitigación tomada. La documentación adecuada proporciona una base fiable para evaluar los retrasos concurrentes y puede ayudar a resolver las controversias.
En resumen, la ASCE recomienda una gestión proactiva del proyecto, una comunicación eficaz y mecanismos de colaboración para la resolución de conflictos para hacer frente a los retrasos concurrentes. Mediante la aplicación de estas estrategias, las partes interesadas del proyecto pueden gestionar y mitigar mejor los efectos de los retrasos concurrentes, lo que conduce a la finalización satisfactoria del proyecto.
- Society of Construction Law
La SCL hace hincapié en la importancia de comprender las complejidades de los retrasos simultáneos y sugiere varios enfoques para abordarlos .
Una recomendación clave de la SCL es el uso de registros contemporáneos. Es crucial mantener registros precisos y detallados a lo largo del proyecto, documentando los eventos, causas y efectos de los retrasos a medida que ocurren. Esto incluye registrar el progreso de las actividades, cualquier interrupción y las razones detrás de ellas. Los registros contemporáneos sirven como un recurso valioso para analizar y evaluar los retrasos concurrentes.
La SCL también sugiere realizar un análisis de impacto de tiempo (time impact analysis - TIA) para evaluar los efectos de los retrasos concurrentes en el cronograma del proyecto. Un TIA implica evaluar la ruta crítica del proyecto y analizar los impactos de varios retrasos en el cronograma del proyecto. Este análisis ayuda a identificar la medida en que cada retraso ha afectado al proyecto y proporciona una base para determinar la responsabilidad y el derecho a las extensiones de plazo.
Para hacer frente a los retrasos concurrentes, la SCL recomienda implementar un enfoque colaborativo y una comunicación abierta entre los participantes del proyecto. Es esencial que las Partes entablen discusiones oportunas y transparentes sobre las demoras y sus posibles efectos. Esto permite la identificación temprana de retrasos concurrentes y facilita el desarrollo de estrategias de mitigación apropiadas.
El SCL también aboga por el uso de métodos alternativos de resolución de conflictos (alternative dispute resolution - ADR) para resolver las controversias derivadas de retrasos concurrentes. Los métodos de solución alternativa de controversias, como la mediación o la determinación de expertos, pueden ayudar a las partes a llegar a resoluciones mutuamente aceptables de una manera más eficiente y económica en comparación con los litigios tradicionales. Al elegir ADR, las Partes pueden trabajar juntas para encontrar soluciones prácticas que mitiguen el impacto de los retrasos simultáneos.
Además, la SCL destaca la importancia de la gestión de contratos y las prácticas proactivas de gestión de riesgos. Los contratos claros y bien redactados deberían abordar la asignación de los riesgos asociados con los retrasos concurrentes y proporcionar mecanismos para abordarlos. La gestión proactiva de riesgos implica la identificación temprana de posibles retrasos concurrentes, la implementación de medidas de mitigación y la pronta notificación a las partes pertinentes para mitigar su impacto.
En resumen, la SCL recomienda mantener registros contemporáneos, realizar time impact analysis, fomentar la colaboración y la comunicación abierta, utilizando métodos alternativos de resolución de conflictos, y la práctica proactiva de gestión de contratos y de riesgos para hacer frente con eficacia a los retrasos concurrentes en los proyectos de construcción. Al adoptar estas recomendaciones, las Partes pueden gestionar mejor los retrasos concurrentes y mitigar sus efectos en los cronogramas y costos de los proyectos.
Como podemos ver, hay algunas recomendaciones comunes en todos los estándares revisados: gestión apropiada y proactiva (de riesgos y de contratos), datos y registros contemporáneos, transparencia, colaboración, comunicación abierta y efectiva y mecanismos alternativos (colaborativos) de solución de controversias.
Parece obvio que el principio subyacente a todas las normas revisadas es que el propietario y el contratista son parte del mismo equipo, ya que ambos comparten el mismo objetivo: terminar el proyecto lo más cerca posible del plan, tanto en plazo como en costos. Cualquier desviación que aumente el plazo o el costo significa un problema común, el enfoque debe ser una colaboración, no una confrontación.
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